CALCULAR LA HUELLA DE CARBONO DE TU EMPRESA
¿Por qué se le pide a las empresas calcular su huella de carbono?
El consumo de electricidad y combustibles fósiles de la industria es una de las grandes responsables de la crisis climática actual, donde ya estamos por encima de los 1,2 ºC respecto a los niveles preindustriales (y subiendo).
Afortunadamente, en la actualidad existen alternativas menos contaminantes y muy accesibles. Las energías renovables ya son más baratas que las fuentes convencionales, y la eficiencia energética en maquinaria y edificios está alcanzando niveles de ahorro de electricidad increíbles.
Un primer paso para reducir las emisiones de una empresa es conocer su huella de carbono. Si conocemos nuestra huella de carbono, podemos medir como se va reduciendo en los años posteriores con los cambios y mejoras que vayamos implementando en los posteriores año.
¿Por qué te interesa calcular las emisiones de tu empresa?
Por una parte, con la nueva Ley del Cambio Climático, en los próximos meses se establecerá la obligación de calcular la huella de carbono a determinadas empresas, cuyas características aún no se han fijado.
Además, la huella de carbono se puede certificar desde el Ministerio de Transición ecológica, lo cual tiene ventajas para:
- Acceder a licitaciones públicas que exijan la acreditación de la huella de carbono
- Obtener subvenciones que incluyan este certificado entre sus requisitos
- Atracción de inversionistas que buscan poner su dinero en empresas responsables que generen un impacto positivo en el mundo.
- Mejorar la reputación de la empresa de cara a los clientes
¿Cómo calculo la huella de carbono de mi empresa?
Estos son los 3 pasos generales para calcular la huella de carbono y establecer el plan de acciones para disminuirla:
1. ESTABLECER EL ALCANCE DEL CÁLCULO
Debemos conocer con precisión cuales son las actividades que incluiremos en nuestro cálculo y cuales no. Para facilitar esta tarea, se clasifican las actividades en tres Alcances diferentes:
- Alcance 1: son las emisiones directas de la organización, como el consumo de combustibles en las instalaciones (calderas de gas natural o gasóleo), fugas de gases refrigerantes de los equipos de climatización y refrigeración y las emisiones derivadas del combustible usado en los vehículos de la empresa.
- Alcance 2: son las emisiones asociadas a la electricidad utilizada en las instalaciones de la organización.
- Alcance 3: se incluyen las emisiones indirectas procedentes del transporte de los empleados al lugar de trabajo, los viajes de empresa con medios de transporte externos, los servicios subcontratados, la compra de productos, etc.
En general, para obtener un valor representativo de la huella de carbono de nuestra empresa, es suficiente con calcular las emisiones de los alcances 1 y 2. Pero incluyendo las actividades de Alcance 3 obtenemos una cifra más precisa que nos dará más oportunidades para reducir esta huella
En esta fase también debemos seleccionar el año de cálculo, ya que la huella de carbono se calcula en datos anuales.
2. RECOPILACIÓN DE DATOS Y CÁLCULO
Cuando ya conocemos hasta donde llegará el alcance de nuestro cálculo, el siguiente paso es recopilar todos los datos de las actividades incluidas: facturas de luz y de gas, km recorridos por los vehículos de empresa, litros de combustible consumidos, etc.
Estos datos son introducidos en las hojas de cálculo y calculadoras de emisiones correspondientes para obtener las emisiones de CO2-equivalente asociadas a cada actividad y, mediante su suma, se obtiene una cifra final de emisiones que representa la huella de carbono de nuestra empresa.
3. PLAN DE MEJORA
Todo cálculo de la huella de carbono debe venir acompañado de un plan en el que identifiquemos las oportunidades que tenemos para reducir las emisiones en los siguientes años o, si no podemos, compensarlas mediante proyectos de absorción de carbono.
La estructura básica de un Plan de mejora es la siguiente:
Seleccionar las acciones a realizar para reducir o compensar las emisiones
Identificar las áreas de la empresa en las que podamos iniciar acciones de reducción (aumento de la eficiencia energética, uso de vehículos más limpios, etc).
Si no encontramos formas viables de reducir, tenemos la opción de compensar nuestra huella seleccionando algún proyecto de absorción que se dedique a reforestar zonas naturales que a la vez absorban carbono del aire. Así, podemos compensar en parte las emisiones que continuaremos generando.
Cuantificar los objetivos de reducción de emisiones
Establecer la cantidad de toneladas emisiones de GEI que se espera reducir con las medidas aplicadas.
Planificar las acciones en calendario
Establecemos plazos de tiempo para ejecutar las medidas y seleccionamos a los encargados de implantarlas.
Plantear la estrategia de comunicación
La comunicación de este compromiso de la empresa es importante: de forma interna para involucrar a los empleados y de forma externa para mejorar la reputación de la empresa hacia clientes y otros grupos de interés.
Una buena comunicación apoyándose en las posibilidades que ofrecen las redes sociales y las colaboraciones con otras entidades pueden aportar grandes resultados de cara al posicionamiento de la empresa en el mercado frente a sus competidores.
Habiendo completado todos estos aspectos, ya tendríamos el Informe de la Huella de carbono, y estamos listos para obtener el sello.
¿Cómo obtengo el sello de la huella de carbono?
Para reconocer la labor realizada por las empresas que han calculado su huella de carbono y establecido un Plan de mejora, el Ministerio de Transición ecológica entrega un sello que certifica el compromiso con su huella de carbono a las empresas que inscriban su huella de carbono en el Registro de huella de carbono.
Registrar la huella de carbono de una empresa no requerirá la verificación por una acreditadora externa si la empresa solo calcula las emisiones asociadas al Alcance 1 y 2.
Pero si se incluye el Alcance 3, tendremos que verificar su procedimiento mediante una entidad acreditadora para poder inscribirse en el Registro. Para ello, tendremos que realizar el cálculo siguiendo las indicaciones de alguna de las normas aceptadas, siendo la ISO 14064-1 la norma más común. Este esfuerzo extra se refleja en el sello entregado por la Administración.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el grado de reducción de emisiones de una empresa también se verá reflejada en el sello. Una organización que calcule su huella pero todavía no haya demostrado una reducción de las emisiones, tendrá únicamente “activada” la parte de “Calculo” en el sello.
Sin embargo, si la organización demuestra que sus acciones ya presentan resultados reduciendo su huella, recibirá un sello en el que adicionalmente se activará la parte de “Reduzco”.
Sello de organización que ha calculado su huella de carbono pero todavía no ha constatado una disminución de sus emisiones (izquierda), y sello de organización que ha podido comprobar que sus acciones de reducción han tenido resultados (derecha).
La posesión de este sello aportará diversas ventajas directas a la empresa, mejorando su reputación de cara a los clientes, destacando en las convocatorias de contratos públicos y previniendo el cumplimiento de los requisitos legales que vendrán próximamente
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