Taxonomía Verde Europea: Guía completa para empresas

La Taxonomía Verde Europea o taxonomía ambiental es un marco clave en la transición hacia una economía más sostenible en Europa. En este artículo profundizamos sobre aspectos relativos a la taxonomía verde CE, qué es, cómo aplicarla en las empresas y las actividades elegibles al respecto.

¿Qué es la Taxonomía Verde y por qué es clave para la sostenibilidad?

La Taxonomía Verde Europea es un sistema de clasificación desarrollado por la Unión Europea que identifica qué actividades económicas pueden considerarse sostenibles desde el punto de vista ambiental. 

Este marco busca orientar las inversiones hacia proyectos que contribuyan a los objetivos climáticos y medioambientales de la región, promoviendo la transición hacia una economía más verde y resiliente. Al establecer criterios claros, la taxonomía facilita que empresas, inversores y gobiernos tomen decisiones alineadas con el Pacto Verde Europeo y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).

Este marco se centra en seis objetivos ambientales clave:

  1. Mitigación del cambio climático.
  2. Adaptación al cambio climático.
  3. Uso sostenible y protección de recursos hídricos.
  4. Economía circular.
  5. Prevención y control de la contaminación.
  6. Protección de la biodiversidad y los ecosistemas.

Al cumplir con estos criterios, las empresas no solo reducen su impacto ambiental, sino que también se posicionan como líderes en sostenibilidad.

Objetivos Principales de la Taxonomía Verde

La Taxonomía Verde o Taxonomía Ambiental busca garantizar que las inversiones en Europa apoyen una transición justa hacia un futuro más limpio y sostenible. Estos son sus seis objetivos principales:

Mitigación del cambio climático

Este objetivo busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a través de la transición a fuentes de energía renovable, tecnologías limpias y prácticas más eficientes. El propósito principal es limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, en línea con el Acuerdo de París. Las actividades que contribuyen incluyen:

  • Instalación de parques solares, eólicos o hidroeléctricos.
  • Mejora de la eficiencia energética en edificios e industrias.
  • Fomento del transporte sostenible, como vehículos eléctricos.
como realizar un analisis de doble materialidad

Adaptación al cambio climático

La adaptación tiene como objetivo preparar a las empresas, comunidades y ecosistemas para afrontar los impactos inevitables del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, olas de calor o fenómenos meteorológicos extremos. Esto implica:

  • Diseñar infraestructuras resistentes al clima.
  • Implementar estrategias de gestión de riesgos climáticos en las operaciones empresariales.
  • Restaurar ecosistemas naturales que actúan como barreras protectoras, como humedales y manglares.

Uso sostenible de recursos hídricos

Garantizar la disponibilidad, calidad y uso eficiente del agua es esencial para las actividades humanas y económicas. Este objetivo fomenta prácticas que:

  • Optimizan el consumo de agua, especialmente en sectores intensivos como la agricultura o la industria.
  • Previenen la contaminación de fuentes de agua dulce mediante el tratamiento adecuado de residuos.
  • Promueven la restauración de ecosistemas acuáticos, como ríos y lagos, esenciales para la biodiversidad y el bienestar humano.

Economía circular

La economía circular se centra en minimizar la generación de residuos y maximizar el aprovechamiento de materiales mediante el reciclaje, la reutilización y el rediseño de productos. Este objetivo fomenta:

  • El desarrollo de productos con una mayor vida útil.
  • La transformación de residuos en nuevos recursos o materias primas.
  • La reducción de la dependencia de recursos naturales no renovables, disminuyendo así el impacto ambiental.
Taxonomía Verde: Qué es y guía para empresas

Prevención de la contaminación

Este objetivo busca reducir las emisiones perjudiciales para el aire, agua y suelo, protegiendo tanto la salud humana como los ecosistemas. Las acciones clave incluyen:

  • Controlar las emisiones industriales y fomentar el uso de tecnologías más limpias.
  • Reducir el uso de productos químicos tóxicos en procesos productivos.
  • Promover prácticas agrícolas sostenibles para evitar la contaminación del suelo y los acuíferos.

Protección de la biodiversidad

La conservación de la biodiversidad es esencial para mantener el equilibrio de los ecosistemas. Este objetivo busca proteger y restaurar hábitats naturales, evitando la pérdida de especies y asegurando servicios ecosistémicos como la polinización y la purificación del aire y agua. Acciones clave:

  • Crear áreas protegidas y corredores ecológicos que permitan la movilidad de las especies.
  • Restaurar ecosistemas degradados mediante reforestación y control de especies invasoras.
  • Integrar prácticas de conservación en actividades económicas, como la agricultura o la silvicultura.

Cumplir con estos objetivos no solo ayuda a combatir el cambio climático, sino que también mejora la resiliencia de las empresas ante riesgos ambientales.

Beneficios de la Taxonomía Verde para las Empresas

La adopción de la Taxonomía Verde ofrece múltiples ventajas para las organizaciones:

  • Acceso a inversiones sostenibles: Las empresas alineadas con la taxonomía son más atractivas para los inversores que priorizan la sostenibilidad.
  • Mejora de la reputación: Cumplir con los estándares de sostenibilidad refuerza la confianza de clientes, socios y reguladores.
  • Cumplimiento normativo: Ayuda a las empresas a adaptarse a las regulaciones ambientales de la UE, evitando sanciones.
  • Reducción de riesgos: Identificar actividades sostenibles permite anticipar riesgos relacionados con el cambio climático y la escasez de recursos.

Adoptar este marco posiciona a las empresas como líderes en sostenibilidad y promueve su competitividad en un mercado en transición.

¿Qué empresas están afectadas por la Taxonomía Verde?

La Taxonomía Verde aplica principalmente a:

  • Grandes empresas: Especialmente aquellas obligadas a reportar bajo la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD).
  • Entidades financieras: Fondos de inversión y bancos deben clasificar sus productos según este marco.
  • Empresas de sectores clave: Energía, transporte, construcción y gestión de residuos son sectores prioritarios.

Aunque las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) no están obligadas a cumplir con la taxonomía, pueden beneficiarse de su adopción para atraer financiación sostenible y mejorar su competitividad.

Actividades Elegibles según la Taxonomía Verde

Para que una actividad sea considerada sostenible según la Taxonomía Verde, debe:

  1. Contribuir sustancialmente a al menos uno de los seis objetivos ambientales.
  2. No causar un perjuicio significativo (principio de DNSH) a los otros objetivos.
  3. Cumplir con criterios técnicos establecidos.

Ejemplos de actividades elegibles:

  • Instalación de energía renovable.
  • Renovación de edificios para mejorar su eficiencia energética.
  • Transporte sostenible, como vehículos eléctricos.
  • Proyectos de conservación de ecosistemas.
Taxonomía Verde: Qué es y guía para empresas

Guía para Aplicar la Taxonomía Verde en tu Empresa

Adoptar la Taxonomía Verde Europea no solo mejora el desempeño ambiental de tu empresa, sino que también fortalece su competitividad y atractivo para inversores. A continuación, te presentamos una guía paso a paso para implementar este sistema de manera eficaz:

Pasos clave para aplicar la Taxonomía Verde

Identificación de actividades sostenibles

Realiza un análisis detallado de las actividades económicas de tu empresa y verifica si se alinean con los criterios de la Taxonomía Verde Europea.

Ejemplo: Si operas en el sector energético, evalúa si estás promoviendo energías renovables, como la instalación de paneles solares o turbinas eólicas.

Consulta los criterios técnicos de selección para cada sector, que definen qué actividades contribuyen sustancialmente a los objetivos ambientales.

Evaluación técnica de cumplimiento

Analiza si tus actividades no solo contribuyen a los objetivos de la taxonomía, sino que también cumplen con el principio de “No Causar Daño Significativo” (DNSH) a otros objetivos.

Este paso requiere recopilar datos, realizar auditorías y, en algunos casos, trabajar con expertos externos para evaluar tu alineación con los estándares.

Ejemplo: Si operas en el sector de la construcción, verifica que tus proyectos incluyan medidas para reducir emisiones de carbono y mejorar la eficiencia energética de los edificios.

Reporte de alineación y divulgación

Comunica de manera clara y transparente cómo tus actividades cumplen con los requisitos de la taxonomía.

Este reporte debe incluir información sobre el porcentaje de ingresos, gastos operativos y de capital asociados a actividades sostenibles.

Ejemplo práctico: Si el 40 % de tus ingresos provienen de proyectos de economía circular, este dato debe incluirse en tu informe de sostenibilidad o de informe no financiero.

Errores comunes al aplicar la Taxonomía Verde

Subestimar la complejidad de los criterios técnicos

Muchas empresas no toman en cuenta la cantidad de datos y análisis requeridos para demostrar el cumplimiento.

Solución: Diseña un plan claro y organiza los recursos necesarios, incluyendo herramientas tecnológicas y personal capacitado.

No capacitar al equipo sobre los requerimientos de la taxonomía

La implementación efectiva de la taxonomía requiere un conocimiento profundo por parte de los equipos responsables, desde el área de sostenibilidad hasta el departamento financiero.

Solución: Realiza formaciones internas y consulta a expertos en la materia, como ATM Natura, para asegurar que todos los involucrados entiendan los criterios y objetivos.

Falta de seguimiento continuo

Implementar la taxonomía no es un proceso estático; requiere actualizaciones regulares para alinearse con las revisiones de la Comisión Europea.

Solución: Establece un sistema de monitoreo periódico para garantizar que las actividades de tu empresa continúen cumpliendo con los criterios.

Taxonomía Verde: Qué es y guía para empresas

Consejo extra: Automatización del proceso

Incorporar herramientas digitales, como plataformas de gestión de datos o software de reportes de sostenibilidad, puede facilitar la recopilación y el análisis de información, asegurando un cumplimiento más eficiente.

Al seguir estos pasos, tu empresa no solo estará alineada con los criterios de la Taxonomía Verde Europea, sino que también demostrará liderazgo en sostenibilidad, posicionándose como un actor clave en la transición hacia una economía más verde.

 

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