Desde este año, las empresas de más de 50 personas en plantilla deben contar con un Plan de igualdad, la principal herramienta impuesta a nivel nacional con el fin de contrarrestar la brecha de género en el ámbito laboral. De igual manera, muchas empresas no obligadas por ley deciden implantar un Plan de igualdad con el fin de acceder a contratos públicos o de mejorar el posicionamiento de la marca.